HOMERO
OYARCE
Por:
Germán Martínez Lizarzaburu.
Era la década de los años setenta cuando en los claustros
universitarios de la Universidad Nacional
Pedro Ruiz Gallo, se iniciara en la música un muchacho que había dejado
los andes en busca de la formación humana. La poesía, la sociología fueron sus
idearios de libertad a su poemas les
agrego la música trova y nació un caminante de la vida Homero Oyarce, menos mal
que no se le pusieron nombre de santo siguiendo la tradición andina, en sus 30 años de
trovador ha recorrido casi toda América
latina, Europa y Filipinas, a Moyobamba retorna después de 29
años y El Ministerio de Cultura, le rindió un justo homenaje en el auditorio del
Colegio Ignacia Velásquez la semana que paso. Homero, un poeta que no le justa
la injusticia y que cree que la libertad
del hombre le da la educación, preocupado por cuidar la naturaleza, sus
criaturas y el agua. La poesía no ayuda a cambiar el mundo, pero sí, puede cambiar a una persona. Leamos la
confesión de Homero Oyarce.
Mi trayectoria ha sido
un poca ardua como le pasa a todos, en Perú, no he tenido la acogida como la tengo en otras ciudades, he cantado en muchos y en
varios países, generacionalmente la gente tiende olvidarse de los nombres; en
los años ochenta fui conocido en el norte de Perú, después he
viajado a Europa y en Holanda grabe un disco Licencia para Cantar y eso me permitió viajar mucho y siempre
regreso al Perú por que nos llama, y puedes sacar a un campesino del campo pero
el campo no sale del campesino... se añora la tierra, esas memorias son
indescriptibles que sola la poesía puede reflejarla. Yo a mi poesía le he
puesto música, por que a la gente no le gusta leer mucho y la música llega más, a
pesar que radico en los Estados Unidos, allí existen grandes bibliotecas pero no
tienen mucha acogida por los lectores,
pasa lo mismo en Perú, como en Chile, la modernidad esta alejando a los lectores más se van por los videos juegos, la televisión y la
internet, cosa mas vánales que pierden el tiempo. En California vivo
cerca del área de la bahía de San Francisco a veinte minutos de goggle, y Apple. La
vida no es fácil cuando estas en un país extraño aprender el idioma, la hice de
profesor en una escuelita privada y años
trabaje como trovador en los hospitales por diez años revitalizando las
almas, salvándolas. Sabes que cuando no estamos enfermos hacemos de todo pero enférmate y pierdes tu libertad, estas a lo que el médico te diga y eso te
enclaustra pero la música te hace libre,
no necesitas que te entiendan la letra
pues la música se siente en los enfermos y eso llena el alma y te hace desfogar
a través de la confesión y el llanto,
los hospitales es un mundo triste y el mundo de afuera existe una enfermedad
que es la injusticia,la mentira,la desigualdad. Retorno al Perú siempre y viajo al
interior del país, sí he cantado en New
York.
Me acuerdo que mi abuelo vino a la selva por la fiebre del caucho, pero
no le fue bien y regreso a mi pueblo en
un ataúd chiquito, pues se ahogo en el camino eso fue en 1910. He escrito una
novela pretexto de mi vida, allí reflejo
la vida del inmigrante y la década de dolor en los años ochenta y noventa espero
que jamás vuelvan esas épocas. En california el primer día de llegar conocí a
Lorna mi esposa, hija de un judío Birmanes fundador de Esan en el Perú, con
ella tengo dos hijos nos une todo pues conoce la cultura peruana...
La confesión termino cuando le llamaron a Homero, por que
tenía que dar un concierto y me imagino
que seguirá construyendo escuelitas, poner agua en los pueblos pequeños con
bibliotecas y para lograrlo reúne un
porcentaje de sus conciertos. Ayer en la
televisión Nacional en el programa Misky Taky con la conducción de Saywa,
pasaron un reportaje sobre su vida y pronto dará un concierto con ella y Manuelcha Prado en
Lima, Después de Cantar en Moyobamba lo espera Chiclayo, Trujillo y Lima. Los aplausos le reclaman por que el llegar siempre tiene un adiós…Chao
hermano.
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