jueves, 9 de enero de 2014

HOMERO OYARCE...EL ÚLTIMO TROVADOR DE LOS ANDES


HOMERO OYARCE  

Por: Germán Martínez Lizarzaburu.

Era la década de los años setenta cuando en los claustros universitarios de la Universidad Nacional  Pedro Ruiz Gallo, se iniciara en la música un muchacho que había dejado los andes en busca de la formación humana. La poesía, la sociología fueron sus idearios de libertad a su poemas  les agrego la música trova y nació un caminante de la vida Homero Oyarce, menos mal que no se le pusieron nombre de santo siguiendo    la tradición andina, en sus 30 años de trovador  ha recorrido casi toda América latina,  Europa  y Filipinas, a Moyobamba retorna después de 29 años y El Ministerio de Cultura, le rindió un justo homenaje en el auditorio del Colegio Ignacia Velásquez la semana que paso. Homero, un poeta que no le justa la injusticia y que cree  que la libertad del hombre le da la educación, preocupado por cuidar la naturaleza, sus criaturas y el agua. La poesía no ayuda a cambiar el mundo, pero sí,  puede cambiar a una persona. Leamos la confesión de Homero Oyarce.
Mi trayectoria ha sido un poca ardua como le pasa a todos, en Perú, no he tenido la  acogida como la tengo  en otras ciudades, he cantado en muchos y en varios países, generacionalmente la gente tiende olvidarse de los nombres; en los  años ochenta  fui conocido en el norte de Perú, después he viajado a Europa y en Holanda grabe un disco Licencia para Cantar y eso me permitió viajar mucho y siempre regreso al Perú por que nos llama, y puedes sacar a un campesino del campo pero el campo no sale del campesino... se añora la tierra, esas memorias son indescriptibles que sola la poesía puede reflejarla. Yo a mi poesía le he puesto música, por que a la gente no le gusta leer mucho y la música llega más, a pesar que radico en los Estados Unidos, allí existen grandes bibliotecas pero no tienen mucha acogida por  los lectores, pasa lo mismo en Perú, como en Chile, la modernidad esta alejando  a los lectores más se van por los  videos juegos, la televisión y la internet,  cosa mas vánales  que pierden el tiempo. En California vivo cerca del área de la bahía de San Francisco a veinte minutos de goggle, y Apple. La vida no es fácil cuando estas en un país extraño aprender el idioma, la hice de profesor en una escuelita privada y años  trabaje como trovador en los hospitales por diez años revitalizando las almas, salvándolas. Sabes que cuando no estamos enfermos  hacemos de todo pero enférmate y pierdes  tu libertad,  estas a lo que el médico te diga y eso te enclaustra pero la música te  hace libre, no   necesitas que te entiendan la letra pues la música se siente en los enfermos y eso llena el alma y te hace desfogar a través de la confesión   y el llanto, los hospitales es un mundo triste y el mundo de afuera existe una enfermedad que es la injusticia,la mentira,la desigualdad. Retorno al Perú siempre y viajo al interior del país, sí he cantado en   New York.
Me acuerdo que mi abuelo vino a la selva por la fiebre del caucho, pero no le fue bien y regreso a mi pueblo  en un ataúd chiquito, pues se ahogo en el camino eso fue en 1910. He escrito una novela pretexto de mi vida,  allí reflejo la vida del inmigrante y la década de dolor en los años ochenta y noventa espero que jamás vuelvan esas épocas. En california el primer día de llegar conocí a Lorna mi esposa, hija de un judío Birmanes fundador de Esan en el Perú, con ella tengo dos hijos nos une todo pues conoce la cultura peruana...
La confesión termino cuando le llamaron a Homero, por que tenía que dar un concierto  y me imagino que seguirá construyendo escuelitas, poner agua en los pueblos pequeños con bibliotecas y para lograrlo reúne  un porcentaje de sus conciertos.  Ayer en la televisión Nacional en el programa Misky Taky con la conducción de Saywa, pasaron un reportaje sobre su vida y pronto dará un concierto con ella y Manuelcha Prado en Lima, Después de Cantar en Moyobamba lo espera Chiclayo, Trujillo y  Lima. Los aplausos le reclaman  por que el llegar siempre tiene un adiós…Chao hermano.



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