miércoles, 19 de abril de 2017

Para Fanny


UNA HISTORIA DE AMOR.
La lectura recreativa nos permite entender la belleza de nuestro idioma, y es bueno leer siempre, en algunos casi siempre, hay otros que ni leen, y no encuentra la palabra correcta para expresarse de forma adecuada, lea usted el libro que tienes en tus manos, debe ser entendida como una fantasía de la creación de la mente de una persona mucha más joven que usted. (Si es el caso).
FANNY PANDURO, es unas adolescentes que nos sumerge en una creación literaria de estilo rosa, de una estructura lineal, coloquial, en primera persona. Y con la trama intrincada de las penurias del amor.
Loable este trabajo UNA ESTRELLA EN EL HIRIZONTE, porque lo escribe una mujer adolescente que posee una creatividad única, en la historia literaria de nuestro país son pocas las mujeres que han surgido en el mundo literario desde muy temprano edad, en la amazonia peruana y en Moyobamba es tal vez la primera. En nuestra sociedad se ve bien cuando nuestras hijas en la etapa de educación básica ellas salgan a pintar, bailar, cantar, recitar que lindo, pero cuando estas niñas se deciden por cualquier género del arte ponen al grito en el cielo.
Fanny, solo espero que esta pasión juvenil por la literatura sea tu norte y no un mero sueño de la popularidad efímera del éxito que envanece los egos. Sigue acumulando experiencias, que corra más agua bajo el puente y ve puliendo tu estilo literario, se consecuente con tu contexto social, sobre todo aprende ser tu misma, no dejes de escribir que este cuento novelesco está muy bien para tus inicios y que vas por buen paso. Una cosa, la buena literatura camina sola, pero ayuda con el manejo del idioma de su tiempo, sé osada, única, original, escribe con el corazón   sin dejar la razón ok.
Pare entender la  trama de amor de esta historia, hay que conocer al personaje y haber leído la parte uno de esta historia ,pero que leyendo esta parte dos, uno se sumerge en una historia que parece ser única y ese es  el logro de Fanny, terminar la obra  con amor.

Germán Martínez Lizarzaburu.

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