LOS LACAYOS DE
LA MUERTE
Por: Germán
Martínez
Cuando la ambición se vuelve poder tú, eres
rey…a eso se llega haciendo un pacto con el dios del pecado, el que lo busca
casi siempre no se da cuenta de lo que está haciendo.
Cuando la pobreza la escasez de todo lo
material y los alimentos se presentan cuando eres niño tú te haces el juramento
“NUNCA MÁS SERÉ POBRE”. Este pensamiento se da en toda esfera social.
Y te dedicas en cuerpo y alma hacer en todo el
mejor, por lo general los invade la envidia, el glamur, la ostentación, son
capaz de entregar hasta su cuerpo para lograr sus metas de dejar la pobreza, más si en casa son muchos los hermanos, y el hambre ataca,
persisten en sus objetivos ya que el fin justifica los métodos, por lo general
y casi siempre son las madres quienes los empujan por el camino de la muerte,
con el pretexto: “que una madre es capaz de hacer todo por los hijos y ellas
solo buscan su bien”. Orientando erróneamente que hay que hacer de todo y
avanzar sin mirar a quien, sin importar
quien está al frente y pasarlo por encima, para alcanzarlo todo.
La muerte tiene sus lacayos, ellos son los que
le ayudan a realizar sus labor: Los mentirosos, estafadores, ladrones,
corruptos, narcotraficantes, violadores, prostitutas, gays, asesinos. Todos
estos oficios del submundo que conviven con nosotros se están imponiendo como
si lo que hacen es verdadero y correcto, que no es pecado, sino el libre
albedrío que Dios nos dio para hacer lo que queremos y nos confunden creyendo
que el hombre es dios porque es el que te sufre .Y los lacayos mencionados
hacen el trabajo de la muerte el de arrebatarte el alma del cuerpo, que viene
hacer el trofeo que ha llevado a una lucha permanente entre el mal y el bien.
A la muerte muchos la confunden con la SANTA MUERTE, y para captarte te da todo que pidas, fama, poder,
riquezas…que te vuelves ciego y todo lo que recibes es arrancando a otro,
también te hace gobernante, farandulero
famoso, te convierte en Capo, te rodea de las mejores mujeres y de lujo y sin
saber matas seres, pero la muerte te pone límites que no pasa del sueño y
cuando te das cuenta, perdiste el amor, que es lo que te saca del ser un lacayo
de la muerte, ya que los que andan con la muerte no saben amar, no saben del
valor de la familia, te drogas, te trasformas en puto o gey, matas, robas,
traqueteas, malversas fondos para llevarte el dinero es así que tu
fin llega por tus propias actos… la
muerte no tiene consuelo, sino pecados
constantes y tormentos del alma para la
eternidad, ese es el fin…habrás deseado no haber nacido, desearías hacer sido siendo pobre ya
que la pobreza es un estado momentáneo en la vida de las familias o de una
persona.
Pero como nadie te dice que tengas cuidado con
lo que pides o deseas ya que el mal esta al asecho de todos endulzando con el
poder el dinero la fama… caminos a ser un lacayo de la muerte. Esto es vencido
con el arrepentimiento el perdón la confesión de los pecados el amar a Dios
desde niños y así tendrás la salvación de tu alma, para volver a renacer como
un ser nuevo y superior en tu nuevo estadio de vida.
Pero como tenemos el libre albedrío como un don
debemos saber escoger entre el bien y el mal, somos nosotros los dueños de
nuestro destino. Y que nuestro amanecer nos coja confesados ya que no somos
dueños del mañana lo que hacemos hoy nos servirá para ver el nuevo sol, regalo
del creado, no quiero ser un lacayo de la muerte y tú como quieren que te recuerden.
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