YINNE
Por . Germán Martínez
fue en una exposición y al final nos quedamos unos cuantos amantes de las artes.
Ella vestía de negro y blanco con un chaleco negro y llevaba en el cuello un collar de wairuros, departía alegremente una chachara étnica y elogiaba a los shipibos. Y nos miramos cada momento.
Al final nos quedamos solos, tenia que cerrar la galería, nos quedamos a ordenar el desorden cultural,hubo una botella de Borgoña.No sé como conversamos del mundo y sus viajes. De repente nos estábamos besando y bien apachados como viejas alma gemelas estuvimos bien salimos andar por toda la ciudad, ebrios de felicidad, en cada Bar en cada Disco el mundo era nuestro, algo mágico nos envolvió.
terminamos en el De Barbas Bar,en un cumpleaños de no sé quién.
El dios Baco, no hizo una mala jugada.Que terminamos mal,( quería llevarme a Lima), ella se fue al baño de mujeres me avisaron que estaba llorando, tuve que ir a consolarla,se calmo se enjuago las lagrimas,se puso linda y con una sonrisa la lleve a su hotel.
Ahí la pena
La soledad y un vino más
ella y yo
la soledad la magia del momento
apachados otra vez quiso llorar pero de felicidad.
al amanecer ella viajo a Lima, que pena la mía.
de ahí no la volví a verla más ni saber de su trabajo con los shipibos, lo más triste es que no supe cual era su nombre, y ese sueño solo queda en una pintura de una mujer Yinne con una lagrima y una orquídea y de fondo un paisaje con guacamayos en pleno vuelo amazónico.
y por los aires un avión surca el cielo ucayalino hacia el olvido
Ella vestía de negro y blanco con un chaleco negro y llevaba en el cuello un collar de wairuros, departía alegremente una chachara étnica y elogiaba a los shipibos. Y nos miramos cada momento.
Al final nos quedamos solos, tenia que cerrar la galería, nos quedamos a ordenar el desorden cultural,hubo una botella de Borgoña.No sé como conversamos del mundo y sus viajes. De repente nos estábamos besando y bien apachados como viejas alma gemelas estuvimos bien salimos andar por toda la ciudad, ebrios de felicidad, en cada Bar en cada Disco el mundo era nuestro, algo mágico nos envolvió.
terminamos en el De Barbas Bar,en un cumpleaños de no sé quién.
El dios Baco, no hizo una mala jugada.Que terminamos mal,( quería llevarme a Lima), ella se fue al baño de mujeres me avisaron que estaba llorando, tuve que ir a consolarla,se calmo se enjuago las lagrimas,se puso linda y con una sonrisa la lleve a su hotel.
Ahí la pena
La soledad y un vino más
ella y yo
la soledad la magia del momento
apachados otra vez quiso llorar pero de felicidad.
al amanecer ella viajo a Lima, que pena la mía.
de ahí no la volví a verla más ni saber de su trabajo con los shipibos, lo más triste es que no supe cual era su nombre, y ese sueño solo queda en una pintura de una mujer Yinne con una lagrima y una orquídea y de fondo un paisaje con guacamayos en pleno vuelo amazónico.
y por los aires un avión surca el cielo ucayalino hacia el olvido
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