martes, 26 de julio de 2016

UN DÍA DE ESOS

UN DÍA DE ESOS

Por: Germán Martínez

Un día decidí darme por vencido, renuncié a mi trabajo, a mi relación, mas no a mi espiritualidad,quería también renunciar a mi vida tomando racumín.
Pero me fuí a la casa de mi madre para conversar con Dios
El día 1. Dormí como un lirón.
El día 2. Lloré como un niño.
El día 3. Decidí no salir de mi cuarto nunca más.
Bote el pasado, mire el futuro, me olvide del presente
y me emborraché como un desahuciado, solo un día.
Trabaje como zombie para adaptarme...No logré.
Escribí como tísico para pasar las horas del día.
Quise amar pero no me dejaron, yo era un pan quemado, así que cree un mundo para mi solito, me volví poeta mande a la puta todo y a todos y me transforme en pintor y ,mate a cada traisionera con mis poemas.
La realidad es una mierda otra vez .
Cuando crees que haces algo nuevo, te hace recordar que existen los hijos y tu no puedes vivir sin ellos y lo bueno es que te necesitan que te hace sentir útil, entonces no puedes largarte donde te da la puta gana...
Así que un día sin darme cuenta he vuelto a la vida misma con su rutina de padre, esposo, abuelo, trabajador en tu misma jaula de responsabilidades y cosas místicas de espiritualidades rutinarias aferrándote a la vida diaria y que no termine, coño sin haber hecho lo suficiente...
Me fui entonces un buen día a conversar con Dios y me mandó de nuevo a la mierda y me dijo : VUELVE A TU CASA A CUIDAR A TU MUJER A TUS HIJOS Y NO ME JODAS.
Así que, aquí me tienen siendo yo un donjuán empedernido irresponsable que le pagan a uno por trabajar en lo que le gusta.

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