miércoles, 2 de abril de 2014

DEJA DE SER EGOÍSTA Y REGÁLAME TU CORAZÓN



DEJA DE SER GOISTA  Y REGÁLAME TU CORAZÓN.

Por: Germán Martínez Lizarzaburu.
Compartir es vivir el egoísta no es feliz, se dice que el amor trasforma el mundo. Pero de hoy en hoy, ya no sabemos qué es ese sentimiento. (Tal vez estoy equivocado, puede ser. Y tú cómo eres).Te pregunto, cuál fue tu buena acción de hoy. Antes el valor de ayudar a los demás era un compromiso cristiano, que se aprendía en casa (también en los Boy Scouts). Me acuerdo que cuando cumplí diecisiete años de edad y al ir a sacar mi boleta  militar no había aun, algún acápite si deseabas donar tus órganos. Así que por un mal entendido con mi padre sobre mi conducta juvenil de aquellos tiempos me retire de casa, deambule entre casa y casa de mis amigos de  la adolescencia, me quedaba en casa de Mendelson Chuqipiondo, o de Armando Vargas, en su cuarto de Abel Shapiama, otras veces en la casa de Alex Pinedo y otras deambulábamos toda la noche con mi amigo Alfonso  Valle Oquendo, hasta derribar la puerta de su casa para descansar,(me gustaba llegar a su casa, por su bella hermana quien que atraía mucho en esos tiempos de confusión)  también en la casa de Jhony Ángulo Vásquez, (estos dos últimos amigos que Dios los tenga en su gloria). En este periplo de saber dónde ubicarme en la vida, estaban en  ir a Tocache(chicle caramelos chocolates), a tener dinero con la droga, porque eso estaba de moda en los años ochenta, porque hacía ver que  tenías dinero fácil y te comparabas todo lo que deseaba; o era ser radical y sin saber porque enrolarte en la filas del MRTA, o irte al ejército peruano (estas acciones suicidas, la más real era servir a la patria).Así que nos presentamos voluntariamente con Alfonso Valle, después de jugar billas y tomar unas chilindrinas en el Club Belén de mis amores  y de despedirnos de nuestras madre, nos embarcamos en los camiones de los Hermanos Chacón, (apareció mi padre diciendo - ¡bajen ya todo está arreglado!). Alce  la mano y me despedí, lo vi triste, porque de sus ocho hijos, era yo quien seguía sus pasos. Y  desde Moyobamba  rumbo a Yurimaguas para Iquitos en la Motonave la Pedrera. Entonces ya era un moroco que vestía el verde uniforme militar. Y se escuchaba la canción:”Salga las chicas a sus balcones, que los militares se ven pasar, visten de patria el verde uniforme de militar…”

Ya no cuento lo de la fase de instrucción por que suena a cuento, (porque siempre la realidad superar a la ficción) lo que les voy es relatar es la historia de una linda chica que conocí en la cálida ciudad de Iquitos. Estando yo ya ubicado en el Cuartel Sargento Lores, Batallón de Trasportes BT-115 Rio Itaya,  como sargento segundo y furriel de estado mayor, y continuando en la nocturna mis estudios secundarios y pasándola bien un buen día… salí de franco y camine por las largas  calles iquitinas, hasta que llegue a la altura del Club Tenis ,por el coliseo cerrado y la piscina pública, de allí vi salir un jovencita delgada al extremo pero muy bella, alta cabellos negros, ojos color chocolate, con un vestido blanco angelical, uy, abrí la boca como un buen sonso y la vi entrar a una casa frente a la de la piscina y de repente para suerte mía, al costado de la casa de esa linda nena salió un de los mellizos Villacorta amigos de Moyobamba (serafineses como yo), aquel día me quede  en casa de mis amigos, así que pude entablar amistad con la chica, Josefina Ortiz Jarama, edad 15 años, su padre médico pediatra, su madre enfermera, nos hicimos muy buenos amigos; los días de franco durante un año la pase con ella, salíamos a caminar, conversábamos mucho,ella estudiaba en el Sagrado Corazón, el primer día que salimos a pasear me asusto mucho porque se agito demasiado y se puso morada, que la lleve cargada a su casa, allí la primera en enterarse del soldadito era su mamá, entre la deje en su cama. La próxima visita, fui de frente a su casa, su padre me recibió con cara de general sorprendido,-¿a quién busca? –le respondí que a Josefina; después entendió que  mi presencia le hacía mucho bien a su linda hija, me pidió que le apoyará por era una niña enferma,  que tenía el corazón muy grande,  irrigaba más sangre que lo normal y a velocidad.( Que por años estaba a la espera de un trasplante de corazón para que tenga una vida normal),cuando estaba ella bien que eran pocas veces me contaba sus sueños de vida y esperanza.  Esperaba ella los días de franco para que la visite, pero hubo un tiempo que dejaba de ir a estudiar  al Pebal 04, CNI de la plaza Bolognesi, para ir a visitarla; en una de esa vistas,  ella me pide un beso en los labios fue en su sala, y me dijo salgamos a  pasear dimos unas  pequeñas vueltas por el jardín de la piscina agarrados de la manos y otro beso tierno que le devolvía la  alegría de su juventud, esa tarde nos abrazamos y la escuche decir que deseaba ser médico para salvar a los niños que sufren por enfermedades-TE imaginas si una persona donará su corazón cuántas vidas salvaría, pero un corazón es una vida, es muy difícil que te den su corazón, salvo que  ya no vivas, en esta ciudad me cuenta mi padre se dan muchos accidentes y gente joven se muere sin donar sus órganos, mi padre quiere sacar un corazón a escondidas de un accidentado y ponérmelo, pero no tienen los equipos para guardar un corazón y no había en esos tiempos en  el Perú los especialista que hagan esa operación, Germán, tenemos que saber compartir. Te pido un servicio alguna vez si puedes salvar con tu cuerpo a un ser que ames o aun ser que necesite de ti no dudes de  darle tu corazón, le he pedido a mi padre que las partes buenas de mi cuerpo lo done, así seguir viviendo a través de otra persona, aunque ellas nos sepan .Me miró fijamente a los ojos y lloramos pude notar el mensaje que  quería darme, y lloré más. Ese mes en el cuartel se armó una trifulca con alamas de   guerra, tiros a discreción, en se momento a altas horas de la noche llegaba del colegio y de visitar a Josefina , en unos segundos que seso el tiroteo ingreso por el PV 5, que era la entrada de la casa del jefe de cuartel cuando escucho-¡alto concha tumadre!, en seco me paro y la policía militar me cae encima y tras ellos el jefe de Cuartel .-¡Putamdre  Martinez , no pensé que usted pudiera hacer eso carajo!, me dijo.-¡ Al calabozo!. Pase dos meses encerrado sin ir al colegio y lo más triste sin ver a Josefina. Aquella vez de la confusión yo era sargento primero y con roche me degradaron en una formación, después de la averiguaciones me pidieron disculpa por que encontraron al sargento Curichimba, (el jefe de cuartel  descubrió metido en su casa teniendo sexo con su empleada mientras sus hijas dormían en su dormitorio) escondido en el taque de agua a diez metros de altura, pelándose por la humedad. Pedí permiso, fui los más rápido a visitar a Josefina, oh, sorpresa la mía, ella, ya no vivía en  esa casa. Los mellizos Villacorta me informaron que se puso mal y la llevaron a Lima. Así que cuando me di de baja y canjee la libreta militar por el DNI de tres cuerpos decidí  donar mis órganos(así esta inscrito en mi DNI azulete) y pensando en la sensibilidad de Josefina y viendo que alguna vez este maltratado cuerpo pueda servir de esperanza para que alguien más pueda seguir viviendo y realizar sus sueños.Volvi a Moyobamba... Ayer encontré a Raúl Villacorta, uno de los mellizos y me termino de contar la historia que Josefina había fallecido, que sus padres se separaron y nuca más volvieron a Iquitos. Recuerdo sus palabra “Dona tus órganos, así salvaras más de una vida” (porque  existen inescrupulosos que roban órganos secuestrando personas sanas en la calle, no importa si son niños, pagando una fortuna por un riñón, hígado, pulmones, corneas, piel y hasta sacándoles el corazón) se humano comparte no seas egoísta y regálame tu corazón.



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