DEJA DE SER GOISTA Y REGÁLAME TU CORAZÓN.
Por: Germán Martínez Lizarzaburu.
Compartir es vivir el egoísta no
es feliz, se dice que el amor trasforma el mundo. Pero de hoy en hoy, ya no
sabemos qué es ese sentimiento. (Tal vez estoy equivocado, puede ser. Y tú cómo
eres).Te pregunto, cuál fue tu buena acción de hoy. Antes el valor de ayudar a
los demás era un compromiso cristiano, que se aprendía en casa (también en los
Boy Scouts). Me acuerdo que cuando cumplí diecisiete años de edad y al ir a
sacar mi boleta militar no había aun, algún
acápite si deseabas donar tus órganos. Así que por un mal entendido con mi
padre sobre mi conducta juvenil de aquellos tiempos me retire de casa, deambule
entre casa y casa de mis amigos de la
adolescencia, me quedaba en casa de Mendelson Chuqipiondo, o de Armando Vargas,
en su cuarto de Abel Shapiama, otras veces en la casa de Alex Pinedo y otras
deambulábamos toda la noche con mi amigo Alfonso Valle Oquendo, hasta derribar la puerta de su
casa para descansar,(me gustaba llegar a su casa, por su bella hermana quien
que atraía mucho en esos tiempos de confusión)
también en la casa de Jhony Ángulo Vásquez, (estos dos últimos amigos que Dios los
tenga en su gloria). En este periplo de saber dónde ubicarme en la vida, estaban en ir a Tocache(chicle caramelos
chocolates), a tener dinero con la droga, porque eso estaba de moda en los años
ochenta, porque hacía ver que tenías
dinero fácil y te comparabas todo lo que deseaba; o era ser radical y sin saber
porque enrolarte en la filas del MRTA, o irte al ejército peruano (estas
acciones suicidas, la más real era servir a la patria).Así que nos presentamos
voluntariamente con Alfonso Valle, después de jugar billas y tomar unas
chilindrinas en el Club Belén de mis amores
y de despedirnos de nuestras madre, nos embarcamos en los camiones de
los Hermanos Chacón, (apareció mi padre diciendo - ¡bajen ya todo está
arreglado!). Alce la mano y me despedí, lo vi triste, porque de sus ocho hijos, era yo quien seguía sus pasos. Y desde Moyobamba rumbo a Yurimaguas para Iquitos en la
Motonave la Pedrera. Entonces ya era un moroco que vestía el verde uniforme
militar. Y se escuchaba la canción:”Salga las chicas a sus balcones, que los
militares se ven pasar, visten de patria el verde uniforme de militar…”
Ya no cuento lo de la fase de
instrucción por que suena a cuento, (porque siempre la realidad superar a la
ficción) lo que les voy es relatar es la historia de una linda chica que conocí
en la cálida ciudad de Iquitos. Estando yo ya ubicado en el Cuartel Sargento
Lores, Batallón de Trasportes BT-115 Rio Itaya,
como sargento segundo y furriel de estado mayor, y continuando en la
nocturna mis estudios secundarios y pasándola bien un buen día… salí de franco
y camine por las largas calles
iquitinas, hasta que llegue a la altura del Club Tenis ,por el coliseo cerrado
y la piscina pública, de allí vi salir un jovencita delgada al extremo pero muy bella,
alta cabellos negros, ojos color chocolate, con un vestido blanco angelical,
uy, abrí la boca como un buen sonso y la vi entrar a una casa frente a la de la
piscina y de repente para suerte mía, al costado de la casa de esa linda nena
salió un de los mellizos Villacorta amigos de Moyobamba (serafineses como yo),
aquel día me quede en casa de mis
amigos, así que pude entablar amistad con la chica, Josefina Ortiz Jarama, edad
15 años, su padre médico pediatra, su madre enfermera, nos hicimos muy buenos
amigos; los días de franco durante un año la pase con ella, salíamos a caminar,
conversábamos mucho,ella estudiaba en el Sagrado Corazón, el primer día que
salimos a pasear me asusto mucho porque se agito demasiado y se puso morada,
que la lleve cargada a su casa, allí la primera en enterarse del soldadito era
su mamá, entre la deje en su cama. La próxima visita, fui de frente a su casa,
su padre me recibió con cara de general sorprendido,-¿a quién busca? –le
respondí que a Josefina; después entendió que
mi presencia le hacía mucho bien a su linda hija, me pidió que le
apoyará por era una niña enferma, que
tenía el corazón muy grande, irrigaba
más sangre que lo normal y a velocidad.( Que por años estaba a la espera de un
trasplante de corazón para que tenga una vida normal),cuando estaba ella bien
que eran pocas veces me contaba sus sueños de vida y esperanza. Esperaba ella los días de franco para que la
visite, pero hubo un tiempo que dejaba de ir a estudiar al Pebal 04, CNI de la plaza Bolognesi, para
ir a visitarla; en una de esa vistas,
ella me pide un beso en los labios fue en su sala, y me dijo salgamos
a pasear dimos unas pequeñas vueltas por el jardín de la piscina
agarrados de la manos y otro beso tierno que le devolvía la alegría de su juventud, esa tarde nos
abrazamos y la escuche decir que deseaba ser médico para salvar a los niños que
sufren por enfermedades-TE imaginas si una persona donará su corazón cuántas
vidas salvaría, pero un corazón es una vida, es muy difícil que te den su
corazón, salvo que ya no vivas, en esta
ciudad me cuenta mi padre se dan muchos accidentes y gente joven se muere sin
donar sus órganos, mi padre quiere sacar un corazón a escondidas de un
accidentado y ponérmelo, pero no tienen los equipos para guardar un corazón y
no había en esos tiempos en el Perú los especialista que hagan esa operación, Germán, tenemos
que saber compartir. Te pido un servicio alguna vez si puedes salvar con tu
cuerpo a un ser que ames o aun ser que necesite de ti no dudes de darle tu corazón, le he pedido a mi padre que
las partes buenas de mi cuerpo lo done, así seguir viviendo a través de otra
persona, aunque ellas nos sepan .Me miró fijamente a los ojos y lloramos pude
notar el mensaje que quería darme, y
lloré más. Ese mes en el cuartel se armó una trifulca con alamas de guerra, tiros a discreción, en se momento a
altas horas de la noche llegaba del colegio y de visitar a Josefina , en unos
segundos que seso el tiroteo ingreso por el PV 5, que era la entrada de la casa
del jefe de cuartel cuando escucho-¡alto concha tumadre!, en seco me paro y la
policía militar me cae encima y tras ellos el jefe de Cuartel .-¡Putamdre Martinez , no pensé que usted pudiera hacer
eso carajo!, me dijo.-¡ Al calabozo!. Pase dos meses encerrado sin ir al
colegio y lo más triste sin ver a Josefina. Aquella vez de la confusión yo era
sargento primero y con roche me degradaron en una formación, después de la
averiguaciones me pidieron disculpa por que encontraron al sargento Curichimba,
(el jefe de cuartel descubrió metido en
su casa teniendo sexo con su empleada mientras sus hijas dormían en su
dormitorio) escondido en el taque de agua a diez metros de altura, pelándose
por la humedad. Pedí permiso, fui los más rápido a visitar a Josefina, oh,
sorpresa la mía, ella, ya no vivía en
esa casa. Los mellizos Villacorta me informaron que se puso mal y la
llevaron a Lima. Así que cuando me di de baja y canjee la libreta militar por
el DNI de tres cuerpos decidí donar mis
órganos(así esta inscrito en mi DNI azulete) y pensando en la sensibilidad de Josefina y viendo que alguna vez este
maltratado cuerpo pueda servir de esperanza para que alguien más pueda seguir
viviendo y realizar sus sueños.Volvi a Moyobamba... Ayer encontré a Raúl
Villacorta, uno de los mellizos y me termino de contar la historia que Josefina
había fallecido, que sus padres se separaron y nuca más volvieron a Iquitos.
Recuerdo sus palabra “Dona tus órganos, así salvaras más de una vida” (porque existen inescrupulosos que roban órganos
secuestrando personas sanas en la calle, no importa si son niños, pagando una
fortuna por un riñón, hígado, pulmones, corneas, piel y hasta sacándoles el
corazón) se humano comparte no seas egoísta y regálame tu corazón.
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